El ambiente en Chamartín está lejos de ser tranquilo. Con Kylian Mbappé cada vez más cerca de regresar al Santiago Bernabéu, uno de los ídolos actuales del club ha levantado la voz —y también los números: Vinicius Jr.

En los últimos tres partidos, Vini ha marcado cuatro goles, ha asistido dos veces y ha provocado un penalti. Sus celebraciones están cargadas de gestos y miradas: hacia el palco, hacia las cámaras, hacia… ¿Mbappé?

“Yo nací para vestir esta camiseta. Nadie me la va a quitar sin pelea”, dijo en zona mixta. Una frase que ha generado una ola de interpretaciones: desde defensa personal hasta un desafío directo al francés.

Dentro del vestuario, según reportes de la prensa madrileña, hay respeto mutuo… pero también orgullo. Vinicius sabe que su lugar como “cara del proyecto” está en juego. Y Xabi Alonso no se lo esconde: “Aquí no hay titulares por nombre, solo por rendimiento.”
Lo curioso es que esta competencia podría beneficiar al club. Dos estrellas luchando por brillar pueden ser el motor de un Real Madrid que busca volver a lo más alto de Europa. Pero también puede crear un problema de egos que Xabi deberá saber manejar.
Por ahora, Vinicius lleva la ventaja: está en el campo, marca diferencias, y tiene al público de su lado. Pero Mbappé es Mbappé, y si regresa, la historia cambiará.