Mientras el mercado de verano parece avanzar con calma, en los despachos del Real Madrid se cuece una operación secreta que podría cambiar el equilibrio de poder en Europa. Florentino Pérez y su círculo más íntimo estarían negociando de forma confidencial con el entorno de Vitinha, el centrocampista portugués del PSG apodado por muchos como “el nuevo Zidane” por su elegancia, visión y capacidad técnica.

La negociación, que se ha llevado en total silencio y sin comunicación oficial con el club parisino, incluye un detalle que ha dejado helados a algunos miembros de la directiva blanca: una cláusula ya firmada por Camavinga al renovar en 2023, que permitiría su inclusión inmediata en una operación sin necesidad de aprobación previa si se cumplen ciertas condiciones financieras.

Esta “cláusula silenciosa”, como la llaman internamente, fue diseñada originalmente como mecanismo de emergencia para liberar masa salarial, pero ahora se ha convertido en una herramienta estratégica para fichar a Vitinha, quien ha impresionado al cuerpo técnico de Valdebebas desde su actuación ante España en la Nations League.

Desde París, aún no hay reacciones oficiales, pero fuentes cercanas al PSG afirman que el club vería como una “traición” perder a Vitinha sin haber recibido una propuesta formal directa. La jugada del Madrid, si se concreta, podría tensar gravemente las relaciones entre ambas instituciones.

En el vestuario blanco, el posible adiós de Camavinga ha generado desconcierto. Algunos jugadores consideran al francés un pilar del futuro, y temen que su salida —aunque indirecta— rompa el equilibrio logrado por Ancelotti en las últimas temporadas.
¿Será Vitinha el próximo cerebro del Bernabéu? ¿O el precio de esta jugada maestra será demasiado alto incluso para el club más grande del mundo?