đ Endrick brilla, Courtois regresa como un muro y el mediocampo parece invencible
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Partido amistoso… ¿o aviso de lo que viene?

El Real Madrid ha comenzado la pretemporada con un golpe de autoridad. En un partido que muchos consideraban de mero trámite, los blancos destrozaron 3-0 al Salzburg con un fútbol vibrante, contundente y, sobre todo, esperanzador para sus aficionados.

El protagonista indiscutido fue Endrick, la joya brasileña que, con solo 18 años, demostró que está listo para la élite. Su gol —una definición quirúrgica tras un desmarque perfecto— no solo levantó a los fanáticos del asiento, sino que también envió un mensaje a Vinícius Jr. y Mbappé: “Estoy aquí, y no pienso esperar mi turno”.

Junto a él, el mediocampo dominó sin piedad. Tchouaméni fue un titán en la recuperación, mientras que Valverde voló por el campo con su energía interminable. La dupla funcionó como un engranaje perfecto, haciendo olvidar por momentos la ausencia de Kroos y ModriÄ.
La gran noticia fue el regreso de Thibaut Courtois. El arquero belga volvió a ponerse los guantes tras su larga lesión y lo hizo como si nunca se hubiera ido. Paradas claves, orden en la defensa y ese temple que tanto echó de menos el equipo en su ausencia.
Aunque sea pretemporada, lo que vimos en Austria parece más un aviso. El Madrid no solo ganó: arrasó, y lo hizo con una mezcla perfecta de juventud, experiencia y hambre.
đŁ ¿Es este el nacimiento del nuevo Real Galáctico?