Un nuevo e inesperado episodio ha sacudido el mercado de fichajes de verano del FC Barcelona. Ante los rumores sobre el inminente traspaso de Nico Williams al Camp Nou, que han ido en aumento en los últimos días, el internacional español decidió aclarar la situación con unas declaraciones francas e inquietantes:

“Me encantaría jugar en el Barça, es un sueño. Pero este club no me respeta lo suficiente como para cumplir con mis expectativas salariales”.

Esta declaración, considerada abrupta, incendió rápidamente las redes sociales. Muchos aficionados blaugrana, ya entusiasmados ante la perspectiva de que Nico se reencontrara con Lamine Yamal, expresaron su incomprensión y frustración.

Según varias fuentes cercanas al asunto, el Barça ha iniciado conversaciones concretas con el entorno de Nico Williams. El jugador, que tuvo una temporada brillante con el Athletic de Bilbao y es considerado uno de los extremos más prometedores de España, incluso había dado su aprobación en principio. Pero un punto lo cambió todo: el salario.

Mientras Nico esperaba un contrato acorde con su estatus y rendimiento, la directiva del Barcelona, aún bajo presión debido a las restricciones financieras de LaLiga, supuestamente propuso una oferta muy por debajo de las expectativas del jugador. Como resultado, las negociaciones se han suspendido y el futuro del extremo de 21 años sigue siendo incierto.
En el vestuario catalán, el silencio de Lamine Yamal resulta intrigante. Mantiene una buena relación con Nico y aún no ha respondido públicamente. Esto alimenta la especulación: ¿comparte el joven prodigio del Barça la opinión del club o apoya en privado a su compañero de La Roja?
Una cosa es segura: este asunto demuestra una vez más cómo el Barça está luchando por conciliar sus ambiciones deportivas con la realidad económica. El mercado de fichajes aún es largo, pero la brecha parece muy real.