đą El Santiago Bernabéu vivió una de esas noches que solo el fútbol puede regalar. El Real Madrid, en un partido lleno de tensión, errores, magia y goles agónicos, derrotó al Mallorca en la jornada 36 de La Liga y dejó a su afición al borde del colapso… de emoción.

âïž Desde el minuto uno, el encuentro fue un vaivén emocional. Mallorca no vino a pasear: presionó alto, atacó con determinación y silenció al estadio con un gol tempranero. La reacción blanca no se hizo esperar, pero los postes y el portero rival parecían enemigos del destino.

đ§ Xabi Alonso, desde la banda, gesticulaba con intensidad. El equipo no encontraba claridad. Vinicius lo intentaba todo. Bellingham conducía con rabia. Y cuando el empate parecía una utopía… ¡llegó el 1-1! Una jugada colectiva que estalló las gradas.
⥠En los últimos minutos, el Madrid se volcó al ataque. El Bernabéu rugía. Y como en los viejos tiempos, en el minuto 90+3, apareció Joselu para empujar el balón con el alma.
✠Gol. Victoria. Euforia total.
đą Tras el pitido final, los cánticos no pararon. Se escuchó una frase entre los aficionados que resume todo:
đ “Gracias, fútbol.”
đ El Madrid ya tiene el título en el bolsillo, pero este partido fue más que puntos. Fue conexión, emoción, y la prueba de que el Bernabéu sigue siendo un lugar mágico.
âȘ Noche de locura, noche de gloria.