Mientras el Camp Nou esperaba el anuncio de un acuerdo histórico, el anuncio del Athletic Bilbao supuso un duro golpe para la confianza de todo el Barcelona, especialmente para el joven talento Lamine Yamal. Nico Williams, quien se esperaba que fuera el alero de Yamal durante muchos años, extendió inesperadamente su contrato con el equipo vasco hasta 2035, sin que el Barça lo supiera.

Una fuente cercana al equipo reveló: Lamine Yamal quedó completamente impactado y se sintió traicionado, ya que el propio Nico había dicho que quería venir al Barcelona y que estaba “listo para luchar junto al joven prodigio” con la camiseta blaugrana. Lamine lo creyó tanto que les contó a sus amigos que el acuerdo estaba cerrado y que serían compañeros ideales la próxima temporada.

Pero entonces, todo se vino abajo en una sola tarde.

El Athletic Bilbao renovó discretamente a Nico Williams, elevando su cláusula de rescisión a más de 90 millones de euros, y el Barça solo se enteró por Twitter, sin previo aviso, sin despedida, sin ninguna explicación del jugador en el que habían depositado su confianza. La directiva del Barcelona se muestra “muy decepcionada” y profundamente ofendida, sobre todo porque los representantes de Nico anunciaron ayer mismo que esperarían una semana más para ultimar los detalles.
Mientras tanto, Lamine Yamal optó por guardar silencio, pero sus allegados confirmaron: “Está destrozado. Considera a Nico un hermano, un compañero en la nueva revolución de velocidad del Barça. El impacto es demasiado grande”.
La historia no termina ahí. Los expertos temen que la confianza de los jóvenes jugadores en la directiva pueda verse afectada, mientras que la afición está indignada por el trato irrespetuoso a Nico y al Bilbao. En los foros de Culer, varios comentarios criticaron a Nico por su “hipótesis”, “hacer promesas vacías” y “utilizar al Barcelona para presionar al Bilbao y que le suba el sueldo”.
Ahora, los planes de fichajes del Barça han dado un vuelco una vez más. Pero lo más amargo es el sentimiento de traición que arrastra Lamine Yamal. No es el dinero ni los títulos, sino la confianza lo más difícil de recuperar.
Y el Camp Nou, desde hoy, le ha cerrado la puerta a Nico Williams para siempre.