El partido de vuelta de la semifinal de la Champions League entre el Barcelona y el Inter de Milán no solo fue crucial, sino también el escenario donde un adolescente llamado Lamine Yamal dejó atónitos a toda Europa.

Aunque el Barça cayó contundentemente eliminado tras un marcador global de 4-3, la actuación de Yamal fue un punto brillante en una noche sombría en el Camp Nou. Con 17 años, el chico hizo girar como un trompo a la veterana defensa del Inter de Milán, provocando la exclamación de la prensa italiana: “¡No es una persona común!”.

Eclipsando a Lautaro y Barella.

Desde los primeros minutos del partido, Lamine Yamal demostró que no estaba allí para aprender, sino para decidir. Con su velocidad, técnica y extraordinario espíritu de lucha, inquietó constantemente a la banda derecha, donde Dimarco y Bastoni, experimentados defensas, a menudo se quedaban atrás.
En el minuto 22, un regate complicado desde el centro del campo provocó un disparo que el portero Sommer tuvo que bloquear con ímpetu. En el minuto 36, Yamal puso en pie a todo el Camp Nou con un pase preciso de Barella justo en el área, antes de centrar y crear una ocasión de oro para Lewandowski, pero desafortunadamente el disparo se fue desviado.
El clímax llegó en el minuto 63: Yamal superó a tres jugadores del Inter en una penetración cerca de la banda y metió el balón, provocando que la defensa visitante fallara y casi marcara un autogol.
Un coraje indescriptible, pero el corazón de un niño.
A pesar de una actuación tan apasionada, Lamine Yamal no pudo crear un milagro para el Barcelona. Cuando el árbitro pitó el final, la cámara de televisión capturó el momento en que el niño nacido en 2007 se sentó en el campo, con lágrimas rodando por sus mejillas. Una imagen que conmovió a millones de culés.
Compañeros como Gündoğan, Araújo y, sobre todo, Pedri, quien tiene una estrecha relación con Yamal, corrieron a abrazarlo y lo animaron: “Tienes todo un futuro por delante. Y hoy nos has hecho sentir orgullosos”.
Ese sentimiento no se limitó al Barça. Varios jugadores rivales también se acercaron a estrecharle la mano y elogiar a Yamal. Lautaro Martínez comentó tras el partido: “Es una auténtica obsesión. Con 17 años, juega como un campeón”.
La prensa europea se sorprendió; Hansi Flick se mostró tranquilo.
Tras el partido, el entrenador Hansi Flick no pudo ocultar su tristeza por no haber podido llevar a su equipo a la final. Sin embargo, enfatizó especialmente:
“Perdimos, pero hoy Yamal ha madurado un paso más. Ya no es un joven talento, sino un gran jugador”.
El periódico italiano La Gazzetta dello Sport escribió:
“Si el Inter ganó gracias a su experiencia, Yamal representa el futuro del fútbol europeo. Un jugador nacido en 2007 está dejando a los guerreros de la Serie A con dificultades y sin aliento”.
El periódico español Marca lo describió: “La actuación de un genio en la adversidad. Messi también lloró a los 17 años, pero ahora es el mejor de todos los tiempos. Esta noche vimos una imagen similar”.
Lo que nos espera
Puede que el Barcelona haya caído en las semifinales de la Champions League, pero con la actuación de Yamal, tiene derecho a soñar con un nuevo ciclo de gloria. Este joven jugador no es solo el futuro, es el presente, el que puede asumir la responsabilidad en los momentos más importantes.
El apretado calendario que se avecina en LaLiga seguirá siendo una oportunidad para que Yamal demuestre que aquella noche en el Camp Nou no fue efímera, sino el comienzo de una gran estrella.