MADRID, ESPAÑA — La rivalidad entre el Real Madrid y el Paris Saint-Germain ha entrado en una nueva fase de “Guerra Fría”. El foco no está en Kylian Mbappé, sino en otra joya francesa: Desire Doué. La directiva merengue ha puesto el pie en el acelerador para asegurar el fichaje del prometedor extremo de 19 años, una maniobra que se interpreta como un golpe estratégico para minar al club parisino.

El Madrid, consciente de la urgencia, ha utilizado su “arma secreta”: una “promesa de estrella”. Representantes del club han mantenido reuniones discretas en el extranjero con los agentes de Doué, asegurándole al joven que se le ofrecerá un rol central y la oportunidad de brillar en la ‘Casa Blanca’, lejos de las sombras de las grandes estrellas del PSG. Este tipo de compromiso personal es el que, según los analistas, hace que los jóvenes talentos prefieran el proyecto deportivo del Madrid.

La clave de este movimiento es doble. Primero, Doué es un jugador que, por su posición en el campo y su potencial, tiene un valor de reventa enorme y encaja perfectamente en el modelo de negocio de Florentino Pérez. Segundo, el hecho de que el Madrid se lleve un talento clave directamente desde la cantera del PSG (o desde la órbita de su liga) ha encendido las alarmas en el Parque de los Príncipes. La noticia ha provocado una reacción de pánico en el vestuario parisino, donde la fuga de jóvenes talentos siempre es un tema sensible.
Con las conversaciones “a toda máquina”, el Real Madrid busca cerrar el acuerdo antes de que el PSG logre renovar y aumentar la cláusula de rescisión del jugador. Si el fichaje se concreta, no solo significará un gran refuerzo deportivo, sino una victoria moral en esta escalada de tensión con el club de Nasser Al-Khelaïfi. El Madrid no solo ficha talento, sino que también ‘roba’ futuros a sus rivales.