Desde su nombramiento como entrenador del Barcelona, se esperaba que Hansi Flick marcara el comienzo de una nueva era dorada en el Camp Nou. Sin embargo, el primer reto al que se ha enfrentado el técnico alemán no proviene de sus rivales, sino de… dentro del vestuario: la “excesiva” abundancia en el mediocampo.

🔵 7 centrocampistas – 3 titulares: Un problema de vida o muerte
La plantilla del Barcelona 2025/26 cuenta actualmente con uno de los mediocampos más jóvenes, talentosos y equilibrados del mundo. Solo en la posición de mediocentro, Flick cuenta con 7 nombres brillantes, suficientes para dividir dos plantillas de calidad.

Pedri: un genio de la dirección, considerado el segundo Xavi.

Frenkie de Jong: un cerebro táctico, siempre estable y creativo.

Gavi: “guerrero sin pulmones”, símbolo del espíritu Barça.
Fermín López: el héroe emergente con un estilo de juego directo y explosivo.
Dani Olmo: un fichaje caro, tácticamente inteligente y con experiencia.
Marc Bernal y Marc Casadó: dos “diamantes en bruto” de La Masia, jóvenes pero con ganas de explotar.
El problema es que Flick solo tiene tres posiciones de titular en el centro del campo en un 4-3-3, lo que significa que al menos cuatro jugadores estarán en el banquillo cada semana.
🔥 Posibles tensiones: ¿Quién quedará eliminado del sueño de la Champions League?
Si no se gestiona con habilidad, Flick se enfrentará a discordias internas y al riesgo de desperdiciar talento. Dani Olmo no dejó el Leipzig para ser un “jugador de rotación”. Se espera que Pedri, Gavi y De Jong sean pilares. Fermín acaba de tener una temporada explosiva. Las dos jóvenes estrellas, Bernal y Casadó, necesitan un desarrollo adecuado si no quieren repetir los errores de Riqui Puig.
Flick se encuentra en medio de una “matriz de decisiones”; cada decisión puede afectar directamente al futuro del equipo.
¿Estrategia de rotación o revolución silenciosa?
En el contexto de competir en LaLiga, Champions League y Copa del Rey, una rotación razonable es la solución más viable. Sin embargo, para lograrlo, Flick necesita construir un sistema táctico más flexible; por ejemplo, usando un 4-2-3-1 para abrir una posición extra en el centro del campo, o dando oportunidad a extremos como Olmo y Gavi.
Además, Flick también podría considerar la posibilidad de sacrificar a algunos jugadores cedidos, especialmente a Bernal o Casadó, algo que Xavi no había aplicado a fondo antes.
Presión del vestuario y… la sala de reuniones de Laporta
Flick no solo enfrenta problemas profesionales, sino que también sufre una gran presión por parte de la directiva. El presidente Joan Laporta tiene la mira puesta en ganar la Champions League en las próximas dos temporadas, mientras que Deco, el director deportivo, también ha elegido a la persona adecuada para confiarle la gestión de Dani Olmo y los jóvenes talentos de La Masia.
Un movimiento en falso no sólo haría a Flick perder puntos en los corazones de los aficionados, sino también posiblemente perder su asiento en el Camp Nou.