En medio del verano más movido en la historia reciente del Real Madrid, una decisión interna ha tomado por sorpresa tanto a la afición como a los medios: el club ha optado por congelar las negociaciones de renovación con Vinicius Jr, uno de los símbolos del proyecto post-Benzema.

La medida, que no ha sido anunciada públicamente pero ha sido confirmada por fuentes internas del Bernabéu, se produce tras varias semanas de rendimiento irregular por parte del brasileño. En los últimos seis partidos de competición oficial, Vinicius no ha marcado ni asistido, y su lenguaje corporal en el campo ha encendido alarmas dentro del cuerpo técnico.

Sin embargo, lo que ha encendido verdaderamente el conflicto ha sido la exigencia salarial planteada por el entorno del jugador: una cifra superior al nuevo contrato ofrecido a Kylian Mbappé, quien aún ni siquiera ha debutado oficialmente con el club.

Según reportes filtrados por medios madrileños, Vinicius habría solicitado un salario base de 25 millones de euros netos por temporada, además de bonificaciones por rendimiento, derechos de imagen y una cláusula de rescisión “fuera del mercado”. Una petición que, en palabras de un directivo, “no se corresponde con el momento actual del jugador”.
Dentro del vestuario, la situación ha provocado murmullos. Algunos veteranos consideran el momento inoportuno, justo cuando el club intenta consolidar un nuevo equilibrio salarial con la llegada de varias estrellas.
Vinicius, por su parte, ha respondido con silencio en redes sociales, limitándose a compartir imágenes de entrenamientos y frases genéricas de superación personal.
¿Está perdiendo Vinicius el favor de la cúpula blanca? ¿O se trata simplemente de una táctica de presión en las negociaciones?
Lo cierto es que, por ahora, el balón ha dejado de estar en sus pies… y está en el despacho de Florentino Pérez.