En el Santiago Bernabéu, se respira una energía distinta. El Real Madrid habría puesto sus cañones en una joya portuguesa del FC Porto, con apenas 18 años y una temporada deslumbrante a sus espaldas. Pero lo verdaderamente explosivo no es solo el interés merengue, sino una cláusula secreta capaz de trastocar por completo el mercado de fichajes.

El joven mediapunta ha dejado una huella imborrable en su debut con el primer equipo del Porto. Con 10 goles y 4 asistencias en la liga, su impacto ha sido tal que fue convocado a la selección absoluta de Portugal y renovó su contrato hasta 2030, con una cláusula de rescisión de 70 millones de euros.

Sin embargo, fuentes cercanas al Real Madrid aseguran que existe una “cláusula secreta” adicional vinculada al rendimiento y a la proyección futura, que permitiría al club blanco activar la salida anticipada del jugador por un montante inferior al establecido públicamente.

El plan merengue, según quienes lo conocen, sería abonar dicha cláusula y ceder al futbolista nuevamente al Porto una temporada más. Esto permitiría al joven talento ganar minutos y seguir su proceso formativo en un entorno que ya lo conoce, mientras el Madrid asegura sus derechos sobre un futuro pilar del proyecto deportivo.

El entorno portista, por su parte, busca proteger a su joya. El presidente André Villas-Boas y su equipo negociaron la renovación hasta 2030 con una cláusula blindada, consciente de los cantos de sirena desde Europa. Pero el miedo al mercado –y a perderlo por menos de lo que se esperaba– habría impulsado la inclusión de esa cláusula confidencial.
De concretarse esta operación, sería un golpe de efecto mayúsculo: el Real Madrid no solo sumaría a uno de los talentos jóvenes más codiciados, sino también lo haría con astucia, adelantándose a la competencia y garantizando su futuro a precio pactado.
El verano se perfila caliente en Chamartín. Y esta joya portuguesa podría ser la definición de fichaje revelación de la temporada.