Real Madrid volvió a ser víctima de su peor pesadilla: el FC Barcelona. En un Clásico de locura, los de Xavi vencieron 4-3 en el Camp Nou y dejaron al equipo blanco prácticamente sin opciones en la lucha por La Liga. Pero la verdadera noticia llegó horas después del pitido final.

Florentino Pérez, furioso y decepcionado, entró en acción de inmediato. Según fuentes internas, el presidente blanco ha ordenado el fichaje urgente de tres refuerzos de primer nivel, con el objetivo de salvar la temporada en el Mundial de Clubes. La consigna para Xabi Alonso es clara: ganar o ganar.

Entre los nombres que suenan, destacan un mediocentro de corte defensivo, un extremo izquierdo explosivo y un central con liderazgo. Aunque no se han confirmado identidades, medios españoles apuntan a Bruno Guimarães, Rafael Leão y Alessandro Bastoni como opciones prioritarias.

La derrota ante el Barça no solo dolió por el resultado, sino por la forma. Madrid fue superado táctica y emocionalmente, y la falta de reacción en momentos clave ha encendido las alarmas. Alonso, aún en fase de construcción, ya trabaja con la presión de conquistar un título internacional inmediato.
En Valdebebas se habla de “reacción de orgullo”, de “nuevo impulso” y de “plan relámpago”. El Mundial de Clubes, que se disputará en verano, se ha convertido en el objetivo número uno del club tras ver La Liga alejarse.
La maquinaria blanca se ha activado.
Y cuando Florentino mueve fichas, el mundo tiembla.