El día que sustituyó a Robert Lewandowski en el puesto de número 9, Torres celebró su excelente actuación con un importante gol.

Los ecos del olvidable error mediático del día anterior, un indigno desliz del Real Madrid, aún persistían cuando comenzó la final de la Copa del Rey en Sevilla. Con la ola de críticas dirigidas al equipo arbitral tras las polémicas decisiones, el terreno de juego parece haberse convertido en el escenario de una obra dramática, donde el árbitro, sin querer, toma el papel principal y los goles son solo el telón de fondo de una historia mayor.

Y como era de esperar, todas las miradas no sólo estaban puestas en el balón, sino también en cada silbato y en cada decisión que se tomaba. En medio de esa tormenta, Ferran Torres, uno de los personajes principales del partido, destacó como un guerrero dispuesto a cruzar el peligro para proteger a su ejército.

Aparentemente despreocupado por la polémica, Ferran Torres continuó jugando concentrado, convirtiéndose en un factor clave en el camino del Barça para ganar la Copa del Rey. Koundé fue quien marcó el gol decisivo para el 3-2, un gol que sorprendió. Pero ese gol fue tan importante como el de Ferran Torres en el último minuto de la segunda parte, que igualó 2-2 y llevó el partido a la prórroga. Torres juega como “falso 9” en el sistema de ataque, aunque en esencia es el delantero más puro porque el español siempre demuestra su capacidad para marcar goles. No es de extrañar que el club lo vea como el delantero centro del futuro.

Ferran Torres fue anunciado como Jugador del Año de la Copa del Rey por la Federación Española de Fútbol.
A falta de diez minutos para el final del partido, en un contexto en el que todo parecía decidido, con el Real Madrid lleno de confianza en tener el campeonato en sus manos tras remontar y afirmarse como máximo candidato, el Barça dio la vuelta a la situación gracias a los momentos brillantes de dos personas, dos nombres que llevan dentro fe, creatividad y ganas de ganar.
Lamine Yamal creó un pase artístico, ayudando a Ferran Torres a abrirse paso hábilmente, superando a Rudiger y al portero Courtois. Con la agudeza de un rematador de área, Ferran no defraudó la confianza que Hansi Flick depositó en él cuando le asignó el puesto de “falso 9” para sustituir al lesionado Lewandowski.
Sin duda, este es el torneo de Ferran Torres. Con seis goles, se convirtió en el máximo goleador de la Copa del Rey de este año. Su aportación fue decisiva en el camino del Barça al trono. Marcó un tanto contra el Betis en la victoria por 5-1 en Montjuïc, marcó un hat-trick en la victoria por 5-0 contra el Valencia y marcó el único gol en la victoria por 1-0 en el Metropolitano contra el Atlético de Madrid. Cabe destacar que todos llevan la marca de Lamine Yamal. Una gran conexión entre dos generaciones, un vínculo que está escribiendo un nuevo capítulo para Barcelona.
Tras un inicio complicado, Torres está superando las críticas para brillar en el Barça.
Pero más allá de ser el máximo goleador de la Copa del Rey, algo que Ferran Torres merece plenamente por lo demostrado, está cuajando una temporada increíble. Hasta el momento, Ferran ha marcado un total de 18 goles, la mayoría de ellos desde el banquillo. No sólo no marcó en la Supercopa de España, sino que marcó 2 goles en la Champions League y 10 goles en LaLiga. Ferran Torres, de nombre escéptico, se está convirtiendo poco a poco en un símbolo de una nueva generación del Barça llena de ambición y coraje.