La ceremonia del Balón de Oro 2025 no ha dejado indiferente a nadie. El premio individual más prestigioso del fútbol mundial coronó a un nuevo ganador, cuya elección ya desató un debate intenso entre periodistas, aficionados y hasta en el vestuario del Real Madrid.

Lo más sorprendente no fue solo el nombre del vencedor, sino la brutal caída en la clasificación de Vinícius Jr.. El brasileño, que en 2024 había quedado segundo en la votación y se perfilaba como heredero natural de la élite mundial, apenas logró ocupar el puesto 16 en la edición de este año.

La situación generó inmediatamente teorías de “favoritismo” en la prensa internacional. Para algunos, la FIFA y la France Football habrían inclinado la balanza hacia un perfil más mediático en lugar de valorar el rendimiento sostenido de jugadores como Vinícius. En España, los medios deportivos hablan de “trato desigual” y de una especie de castigo implícito hacia el atacante del Real Madrid, a pesar de sus números sólidos en la temporada.
En Brasil, las reacciones también fueron intensas. Exjugadores y periodistas locales denunciaron que Vinícius no recibe el mismo reconocimiento que otros futbolistas europeos, a pesar de ser figura clave en un club histórico y en la selección. “No se trata de estadísticas, sino de política y favoritismos”, apuntó un analista en Rede Globo.
Mientras tanto, el propio Vinícius Jr. evitó la polémica. En declaraciones posteriores, aseguró que el Balón de Oro “no cambia nada” y que su objetivo sigue siendo ayudar al Real Madrid a ganar títulos colectivos. Sin embargo, su entorno cercano reconoce la decepción.
En Madrid, el club mostró un mensaje de apoyo público hacia su estrella, subrayando que la posición en una votación no disminuye su importancia en el proyecto deportivo. Aun así, la tensión es evidente: ¿se está castigando injustamente al brasileño? ¿O su temporada realmente no estuvo al nivel esperado?
El debate está servido, y el Balón de Oro 2025 deja más preguntas que certezas.