Las declaraciones de João Neves tras la derrota 4-0 de su equipo ante el Chelsea han encendido una llama que amenaza con convertirse en incendio. El joven mediocampista portugués, visiblemente frustrado al final del partido, aseguró ante los micrófonos que había notado una “fuerza anormal y repetitiva” en varios jugadores blues y exigió públicamente controles antidopaje inmediatos.

“Lo siento, pero lo que vi hoy no fue normal. Algunos parecían robots programados. Jugadas de 90 minutos como si fuera el primer segundo. Ojalá se hagan pruebas, porque esto no es fútbol limpio”, sentenció Neves en zona mixta.

Aunque no mencionó nombres concretos, en redes sociales comenzaron a circular teorías, siendo Moisés Caicedo y Nicolas Jackson los más señalados por su despliegue físico inagotable durante el encuentro.

Pero el verdadero giro inesperado llegó cuando Enzo Maresca, entrenador del Chelsea, fue consultado al respecto en la conferencia de prensa. Su respuesta, cargada de ironía, encendió aún más las redes: “Si correr mucho es sospechoso, entonces también deberíamos revisar los pulmones de João cuando pierde en FIFA”. La frase fue acompañada de una sonrisa que muchos calificaron como “provocadora”.

En pocas horas, hashtags como #RobotJackson, #MarescaLoDijo y #DopingGate comenzaron a ser tendencia en Twitter/X, dividiendo a los aficionados entre quienes apoyan la valentía de Neves y quienes ven en sus palabras una excusa infantil.
Por ahora, la UEFA no se ha pronunciado oficialmente, aunque fuentes cercanas indican que no existe ninguna solicitud formal para realizar pruebas adicionales a los jugadores del Chelsea.
Lo que parecía una noche de fútbol más ha terminado siendo el inicio de un conflicto mediático entre dos figuras emergentes del fútbol europeo. Y en un mundo donde las palabras se amplifican más que los goles, el escándalo ya está servido.