La calma en Chamartín dura poco y, esta vez, el protagonista es Rodrygo Goes. El atacante brasileño, pieza clave del Real Madrid en los últimos años, ha tomado una decisión crucial respecto a su futuro tras mantener una conversación privada con Xabi Alonso, el nuevo timonel blanco.

El jugador, de apenas 24 años, había sido objeto de intensas especulaciones en las últimas semanas. Liverpool y Manchester City, dos gigantes de la Premier League, mostraron un interés firme en hacerse con sus servicios. En Inglaterra, incluso, se llegó a especular con cifras astronómicas que podrían tentar a cualquier futbolista.

Sin embargo, según fuentes cercanas al vestuario, la charla con Alonso ha sido determinante. El técnico español dejó claro su plan deportivo, explicando el rol que espera de Rodrygo en el proyecto de reconstrucción que se avecina. Esa visión convenció al brasileño, que, al menos por ahora, estaría decidido a continuar en el Santiago Bernabéu.

La decisión de Rodrygo no solo tiene un impacto en lo deportivo, sino también en lo estratégico. El Real Madrid necesita estabilidad en su plantilla para afrontar la próxima temporada, donde los retos serán máximos en Liga y Champions. Perder a una figura ofensiva como él significaría alterar drásticamente la planificación, más aún con la presencia de Vinícius Jr. y Kylian Mbappé como socios de ataque.
Liverpool y Manchester City, no obstante, no han tirado la toalla. En la Premier confían en que, si las cosas no salen como espera en Madrid, Rodrygo podría replantearse su futuro antes del verano de 2026. La presión está servida y el mercado no perdona.
En el Bernabéu, la sensación es agridulce: la permanencia de Rodrygo es un alivio, pero también una advertencia. El brasileño ha tomado una decisión, aunque el fútbol moderno enseña que nada es definitivo. El próximo capítulo de esta historia ya se está escribiendo.