Zúrich – En una decisión sin precedentes, la FIFA ha impuesto a Luis Enrique una sanción de diez partidos oficiales y una suspensión de toda actividad vinculada al fútbol por un año, tras confirmarse la agresión al delantero brasileño Joao Pedro durante la final del Mundial de Clubes.

El hecho, captado por las cámaras de seguridad internas del túnel hacia los vestuarios, muestra un altercado físico entre el entrenador del PSG y el jugador del Flamengo, justo al finalizar el primer tiempo. La FIFA actuó con rapidez tras recibir el informe arbitral y revisar el video, considerando la conducta de Enrique como “violencia grave y antideportiva”.

Sin embargo, lo más inquietante para el PSG no fue la sanción misma, sino el comunicado posterior de la FIFA, donde se advierte que “existen investigaciones activas sobre otros comportamientos irregulares por parte de miembros del mismo equipo técnico”. Esta frase, vaga pero contundente, ha generado un verdadero terremoto en París.

Medios franceses como L’Équipe y Le Parisien informan que hay sospechas internas sobre actos de encubrimiento dentro del club, e incluso se baraja la posibilidad de que otros miembros del staff hayan estado involucrados en incidentes similares durante la temporada.
Mientras tanto, Luis Enrique se ha limitado a publicar un mensaje en redes sociales: “Lamento profundamente lo ocurrido. Acepto la sanción y reflexionaré sobre mis actos.” Joao Pedro, por su parte, declaró que “no guarda rencor, pero espera que se haga justicia en todos los niveles”.
Este nuevo escándalo llega en el peor momento posible para el PSG, que ya enfrenta presión mediática tras la reciente polémica con Achraf Hakimi. ¿Se avecina una limpieza profunda en el club?