Xabi Alonso ha comenzado su etapa como técnico del Real Madrid sin pelos en la lengua. Tras una temporada decepcionante, el míster ha identificado a un jugador concreto como el “gran problema” del vestuario. Sin dudarlo, ha pedido su salida urgente al presidente.

“El equipo no puede avanzar con él en el campo ni en el vestuario”, habría afirmado Alonso con tono serio. El entrenador considera que mantener a esta figura en la plantilla sería “suicida” para las aspiraciones del club en la próxima campaña.

El jugador, cuya identidad se mantiene en secreto, estaría generando tensiones internas, bajando el rendimiento colectivo y provocando divisiones en el grupo. Algunos señalan que podría tratarse de un habitual titular, protegido por su estatus, pero lejos del nivel exigido por el escudo merengue.

Alonso lo tiene claro: si hay que sacrificar nombres para salvar al equipo, no le temblará el pulso. Su objetivo es devolver la competitividad al Real Madrid, aunque eso implique romper con el pasado.
Mientras tanto, el vestuario se mantiene en vilo. Las palabras del entrenador han tenido un efecto directo: varios jugadores se sienten señalados y podrían estar viviendo sus últimos días en Valdebebas.
Con la pretemporada a la vuelta de la esquina, la tensión crece. ¿Habrá limpieza profunda? ¿O todo se trata de una estrategia para cambiar actitudes? Lo que está claro es que con Xabi Alonso, el Real Madrid entra en una nueva era… sin lugar para los que no estén al 100%.