En el fútbol europeo abundan las polémicas, pero pocas veces se había vivido un choque tan inesperado como el que protagonizaron en las últimas horas Lilian Thuram y Luis Enrique. El exdefensor de la selección francesa sorprendió a todos al lanzar una acusación directa contra el PSG, asegurando que el club parisino “ensucia la Ligue 1” al manipular a su favor decisiones arbitrales y hasta influir en los organizadores de la competición.

Las palabras de Thuram no tardaron en propagarse como fuego en los medios y las redes sociales. Su figura, respetada por su trayectoria en la selección campeona del mundo en 1998, otorgó mayor peso a sus declaraciones, que rápidamente encendieron un debate público sobre la transparencia en el fútbol francés.

Lo que nadie esperaba era la reacción inmediata de Luis Enrique. El técnico del PSG respondió con una frase corta pero demoledora, descrita por varios periodistas como “un dardo helado”. Según fuentes cercanas al vestuario, sus palabras habrían sido tan contundentes que dejaron a Thuram sin margen de réplica, obligándolo a disculparse poco después y matizar sus acusaciones.

El episodio, lejos de cerrarse con las disculpas, abrió un abanico de interrogantes aún más inquietante. En Francia y en España ya circulan versiones sobre un supuesto “pacto secreto” que condicionaría no solo a la Ligue 1, sino también a la manera en la que se proyecta el PSG en el escenario europeo.
La prensa internacional reaccionó con sorpresa. En Italia, el diario Gazzetta dello Sport tituló: “El PSG bajo fuego cruzado: Thuram dispara, Luis Enrique congela el debate”. Mientras tanto, en Inglaterra, The Guardian resaltó que las insinuaciones de un arreglo interno son “explosivas” y podrían tener consecuencias de gran alcance si se confirmaran.
El PSG, por su parte, se mantiene en silencio oficial, reforzando el misterio en torno a un conflicto que amenaza con transformar la percepción del club en toda Europa.