En lo que ya algunos en Valdebebas llaman “la operación sombra”, el Real Madrid ha comenzado a mover sus piezas para cerrar el fichaje de Ibrahima Konaté, defensor central del Liverpool, sin activar su cláusula de rescisión… ni levantar sospechas en Anfield.

Según fuentes cercanas al entorno del club blanco, el interés por Konaté no es nuevo, pero se ha intensificado tras las dudas físicas de Rüdiger y la necesidad de un relevo joven, potente y con experiencia Champions. El plan de Florentino y Juni Calafat pasa por repetir el modelo Camavinga: esperar el momento exacto en el que el jugador entre en su último año de contrato, y seducirlo con un proyecto deportivo irrenunciable.

El giro estratégico reside en no pagar la cláusula de 50 millones de euros, sino negociar directamente con el entorno de Konaté para cerrar un preacuerdo que permitiría su llegada libre o a precio simbólico si el central se niega a renovar.

Liverpool, por ahora, no ha sido informado formalmente. Pero se sabe que Konaté ha frenado toda negociación de extensión contractual desde marzo, algo que ahora se interpreta como señal de alerta.
Dentro del vestuario blanco, la operación ha sido comentada en privado por Mbappé, quien mantiene una gran relación con Konaté desde la selección francesa. Incluso se especula que Kylian habría sido clave en los primeros contactos personales.
En redes sociales, los hinchas del Liverpool empiezan a detectar el patrón y reviven fantasmas de salidas traumáticas como la de Xabi Alonso o más recientemente, la de Casemiro desde el lado opuesto.
¿Será Konaté el próximo en cambiar el rojo por el blanco sin que su club pueda reaccionar?
Todo parece indicar que en Madrid, las mejores transferencias no se anuncian… se ejecutan en silencio.