📢 [EXTRAOFICIAL] Lo que parecía un simple “fallo técnico” terminó siendo el mayor escándalo arbitral en lo que va del siglo. El árbitro del polémico Barça – Inter ha sido expulsado de por vida, tras confirmarse que apagó el VAR en pleno partido, justo cuando el Inter pedía una revisión.

El gol del Barça llegó entre protestas, empujones y una falta previa evidente. Pero el VAR no se pronunció. ¿La razón? El sistema estaba “fuera de servicio”… por orden humana.

👁️🗨️ Según fuentes internas, el árbitro desconectó el VAR desde la sala técnica, amparado en una supuesta “inestabilidad del software”. Pero los ingenieros de UEFA ya confirmaron: no hubo error técnico, sino manipulación.

Y aquí empieza el circo. La UEFA, tan rápida en sancionar a jugadores por quitarse la camiseta, tardó días en reaccionar ante un delito mayor: sabotaje del arbitraje asistido.
📢 [EXTRAOFICIAL] Desde Italia, medios como La Gazzetta apuntan a presiones externas e incluso conexiones con casas de apuestas. ¿Casualidad? El árbitro en cuestión había estado bajo investigación en 2022 por decisiones dudosas… pero nunca se actuó.
🤔 El Inter exige justicia. La afición, furiosa, pide repetición del partido. Y mientras tanto, en el Camp Nou… silencio sepulcral. Ni disculpas, ni explicaciones.
😤 En las redes, hashtags como #UEFAGate y #VARApagado se viralizan. Miles de aficionados denuncian que “la Champions está manchada”.
Porque una cosa está clara: si el VAR puede ser apagado a voluntad, el fútbol deja de ser deporte… y se convierte en teatro de sombras. 🎭
¿Lo peor? Tal vez esto no sea un caso aislado. Solo el principio de algo más profundo. ⚠️