Soplan vientos de cambio en el Camp Nou. El Barcelona, bajo la dirección de Hansi Flick, parece decidido a remodelar su ataque para la era post-Lewandowski. En el corazón de este proyecto se encuentra Serhou Guirassy, el delantero guineano que ha revolucionado la Bundesliga con su impresionante rendimiento goleador. Según fuentes cercanas al club, Flick ha identificado a Guirassy como el “sucesor elegido” de Robert Lewandowski, una declaración que dice mucho sobre la estrategia a largo plazo del Barça.

Guirassy, de 28 años, se dio a conocer la temporada pasada en el VfB Stuttgart, donde sorprendió a Europa con su explosivo récord goleador tanto en competición nacional como europea. Con su combinación de potencia, juego aéreo y precisión en la definición, se convirtió rápidamente en uno de los delanteros más comentados de Alemania. A diferencia de otros delanteros que el Barça ha seguido de cerca, Guirassy no solo aporta goles, sino que también posee un estilo que se adapta al estilo de juego preferido de Flick: directo, con presión y decisión. Para el técnico alemán, no es un simple sustituto, sino una “nueva punta de lanza” que definirá el ataque.

La aportación de Robert Lewandowski al Barcelona es innegable. Desde su llegada procedente del Bayern de Múnich, el astro polaco ha sido un goleador constante y un líder espiritual, convirtiéndose en un pilar fundamental de la joven delantera. Sin embargo, el tiempo no espera a nadie. A sus 37 años, Lewandowski está entrando en el ocaso de su carrera, y el Barça se ve obligado a prepararse para el futuro. Flick, quien colaboró con Lewy en el Bayern, fue realista al admitir que los catalanes no pueden depender del delantero para siempre. En Guirassy, vio a un delantero en su mejor momento físico, con ganas de un mayor reto y decidido a demostrar su valía en el Camp Nou.

Por supuesto, este acuerdo era arriesgado y a la vez abierto a oportunidades. El Barcelona no solo fichó por el gol, sino que también aceptó un cambio en la cultura ofensiva. Guirassy no era el tipo de delantero retraído o “falso 9” del pasado de Messi, sino un delantero centro clásico: que se nutría de pases, espacios y una presencia directa en el área. Para que esta jugada tuviera éxito, Flick necesitaba asegurar que el mediocampo formado por Pedri, Gavi o Lamine Yamal pudiera conectar y explotar al máximo la capacidad goleadora de Guirassy. Si lo conseguían, el Barça podría contar con un trío de ataque equilibrado: joven y creativo, pero con una definición eficaz.
Para la afición, la llegada de Guirassy supuso un soplo de aire fresco y lleno de expectativas. Aporta energía, ganas y la certeza de marcar goles, cualidades que el Barça necesita desesperadamente en su reconstrucción. Más allá de las cifras, es un fichaje simbólico: marca el comienzo de una era post-Lewandowski en la que el Barcelona no solo mantiene, sino que reinventa su capacidad ofensiva. Queda por ver si lo conseguirán o no, pero una cosa es segura: Hansi Flick está dispuesto a tomar una decisión audaz que marcará el futuro del Blaugrana.