Un verdadero terremoto se desató en La Liga este fin de semana, cuando el Barcelona se enfrentó al Levante en un partido que parecía no muy tenso. Pero todo dio un giro tras una polémica decisión del árbitro principal: un penalti en el minuto 75 que puso a Hans Flick y a su equipo en una situación complicada. Y entonces, la ira estalló cuando el estratega alemán no dudó en soltar duras palabras dirigidas directamente al equipo arbitral.

En concreto, en una situación caótica dentro del área, el balón impactó en la mano de Araújo cuando saltaba para competir. La cámara lenta mostró que la distancia era extremadamente corta, y el brazo del central uruguayo apenas tuvo tiempo de retraerse. Sin embargo, tras consultar el VAR, el árbitro principal seguía señalando la marca de los 11 metros. Esta decisión no solo provocó una reacción explosiva de los jugadores del Barça, sino que también provocó el abucheo furioso de toda la afición blaugrana en la grada.

Después del partido, Hans Flick, conocido por su serenidad, mostró repentinamente una ira inusual. Incluso soltó la palabra “joder” cuando le preguntaron sobre la polémica situación:

“No entiendo qué más quieren. Esto no es fútbol, es una farsa. Una decisión jodida que arruinó el esfuerzo de todo el equipo”.

Esta declaración se convirtió inmediatamente en el centro de atención de los medios. En redes sociales, la afición del Barça la compartió ampliamente, convirtiendo las etiquetas #VARnonsense y #JusticeForBarca en tendencia en España en tan solo unas horas. Muchos exjugadores también se pronunciaron. Carles Puyol publicó en X: “Si esto fuera penalti, deberíamos jugar al baloncesto en lugar del fútbol”.
Lo que agravó la tensión fue que LaLiga ha recibido muchas críticas por su arbitraje. Decisiones inconsistentes, especialmente en partidos entre los mejores equipos, han generado dudas repetidamente. Y el partido Barça-Levante de anoche podría considerarse la gota que colmó el vaso.
Los principales periódicos deportivos no dudaron en publicar titulares contundentes:
Marca: “El Barça cayó ante el Levante, pero el verdadero ganador fue… el árbitro”.
AS: “¿VAR o desastre? La decisión convirtió al Nou Camp en un hervidero de ira”.
Por su parte, el Levante, por supuesto, se benefició y ganó por un estrecho margen. Pero las secuelas del partido sin duda durarán muchos días. La Federación Española de Fútbol (RFEF) tendrá que considerarlo con detenimiento, no solo por las duras críticas de Hans Flick, sino también por la tremenda presión de la opinión pública.
Una gran pregunta es: ¿Tendrá LaLiga la valentía de admitir sus errores o se ignorará todo como si nunca hubiera sucedido? Para el Barcelona, esta amarga derrota puede haber sido solo un partido, pero para la reputación y la confianza del torneo, este podría ser un punto de inflexión oscuro, que exponga importantes grietas en un sistema arbitral que lleva mucho tiempo siendo inestable.